Durante mucho tiempo fui una persona desenfocada. Sí, mi
mayor saboteador es el desenfoque. Pero un día me di cuenta de ello, busqué
ayuda a través del coaching y empecé a trabajar en equilibrarlo. Me desenfocaba
en actividades creativas. Daba igual si se trataba de hacer una tarta, una
manualidad, decorar una camiseta; eso era lo de menos para mi saboteador. Lo
importante para él era sacarme del proyecto en el que estaba trabajando para
protegerme. Claro, si avanzaba en el proyecto me podía equivocar y podía
sufrir; y eso él no lo podía tolerar. Así han pasado muchos años de un tira y
afloja entre querer y no poder, avanzar y retroceder. Me doy cuenta que este comportamiento limitante es común en muchos de mis clientes de coaching.
En el día a día nos enfocamos en parar goles, y pararlos
cansa muchísimo. Y claro está, también nos meten muchos. Desde esa perspectiva,
estamos para pararlos, no para marcarlos.
“No puedes confiar en tus ojos cuando tu imaginación está
desenfocada.” – Mark Twain
Cuando por el contrario, nos enfocamos en marcar goles, la
cosa cambia. Es muy importante ser consciente en que nos enfocamos. Generar
contenidos o contextos en vez de hacer que la vida nos dirija, elegir tu
frecuencia y tu canal.
¿Cuántos goles te gustaría marcar? Gooollll
Jijiji. Muchas gracias por visitar mi blog. Nos vemos
pronto. Un abrazo.
Coral García
Coach Personal y de Equipos
coralgm8@gmail.com
620519899