Nos pasa a la mayoría de seres humanos, lo veo día a día con
mis clientes en las sesiones de coaching. Nos cuesta perdonar. Y la razón
principal es porque tenemos confundido el término. El perdón no es una
confesión de debilidad, al contrario, es un acto de coraje. A veces, nos cuesta
perdonar porque no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Y como
consecuencia, tampoco sabemos pedir perdón.
El perdón es un proceso y hay que realizarlo de manera honesta,
sincera y transparente. Perdonamos porque amamos, es así de sencillo. Pero
muchas veces también confundimos la palabra amor.
Deshacernos de la carga emocional que nos brinda el
perdón no tiene precio. Nos debemos hacer una pregunta, ¿cómo nos sentiremos
con esa descarga emocional?
"Perdonar es un proceso.
Perdonamos poco a poco,
mientras seguimos adelante con nuestras vidas.
A cada paso que avanzamos en el camino del perdón,
nos sentimos más libres".
Mary Manin Morrissey.
Perdonamos poco a poco,
mientras seguimos adelante con nuestras vidas.
A cada paso que avanzamos en el camino del perdón,
nos sentimos más libres".
Mary Manin Morrissey.
¿Cuánto anelas tu libertad? ¿Perdonamos? ¿Pedimos perdón? ¿Nos perdonamos?
Pues desde aquí: me perdono, perdono y pido perdón.
Muchas gracias por la visita. Nos vemos en el próximo post. Un abrazo.
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