Bienvenidas y bienvenidos a mi blog,
He
creado este espacio para poder compartir aportes y experiencias. Así
que os voy a contar brevemente mi trayectoria para que me conozcáis un
poquito mejor.
Me considero una soñadora, algo testadura, con bastante
carácter, buscadora de tendencias y me gusta muchísimo todo lo que tenga que
ver con el progreso.
Nací en Madrid por circunstancias, aunque vivo y me
considero 100% ceutí (caballa por donde vaya, jajaja, decimos en Ceuta). Adoro
mi ciudad…. su mar, su maravillosa y amable gente, su mezcla cultural…. esta
maravillosa calidad de vida.
Mi viaje como emprendedora comienza a los 24 años cuando
monté mi tienda de lámparas; en realidad unos meses antes ya era autónoma
representante de material eléctrico e iluminación. Pero siempre he tratado las
empresas donde he trabajado como si fuesen mías. Empecé a trabajar muy
jovencita. Estudié Técnico Superior Administrativo-Comercial y para ir a la
Universidad debía salir de mi ciudad, un coste que mis padres no se podían
permitir. Lo hubiese hecho buscándome un trabajo parcial, pero mis profesores
me recomendaron a una empresa. Esa espinita se me quedó clavada, bueno, en
realidad aún la tengo clavadita. Entonces me matriculé en Empresariales en una
época en la que me habían ascendido y trabajaba entre Ceuta y Marbella.
Me considero una persona entusiasta y con deseos permanentes
de aprender. Me encanta moverme, investigar y siempre he tenido claro que mi
misión era dar el mejor servicio a las personas e intentar en todo momento que
se divirtiesen lo máximo posible. Y eso lo conseguimos primero con Fortur
Eventos y ahora con Viajes Fortur (realizamos actividades y viajes de aventura).
Es lo más, porque lo mejor que te puede pasar en tu trabajo es que tus clientes
disfruten y tú también te lo pases genial.
Tengo que confesar que pese a todo esto, teniendo una
familia maravillosa (mi marido y mis hijos son mi luz y mi camino) y unos
amigos estupendos, notaba que algo me faltaba y el año pasado COLAPSÉ. Sí, mi cuerpo se empezó a
resentir. Me perdí, y tuve la suerte de darme cuenta que algo me pasaba y que
tenía que encontrar que era lo que me sucedía.
Pues sí, era mi PARA
QUÉ que no lo tenía claro y definido y tenía que encontrar un CÓMO para poder solucionarlo.
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